martes, 19 de mayo de 2009

CIENCIA Y SALUD


LA ANOREXIA

Por: Alejandra Gómez

Marialejita123@hotmail.com

La Anorexia es una enfermedad que se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por una imagen distorsionada del propio cuerpo (aunque este delgado siempre que se mira al espejo considera que está pasado de peso). Conduce a un grave adelgazamiento debido a una dieta exagerada y a un exceso de ejercicio. No se asocia con ninguna otra enfermedad orgánica previa. Se presenta habitualmente en adolescentes, especialmente en las mujeres.

La enfermedad produce alteraciones en los ciclos hormonales (suprime la menstruación), una inmunodepresión (baja las defensas) con aumento del riesgo de infecciones, y aproximadamente entre el 5 y el 18 de los anoréxicos muere por desnutrición. Los pacientes también padecen a menudo bulimia, que consiste en ingerir enormes cantidades de alimentos y después provocar el vómito para permanecer delgados; los vómitos repetidos alteran el equilibrio hidroelectrolítico, produciendo, en general, hipopotasemia (baja de potasio) que puede afectar al funcionamiento cardíaco.

No existe un tratamiento universalmente aceptado para la anorexia nerviosa. Frecuentemente se asocia con depresión y baja autoestima, y los pacientes suelen mejorar con antidepresivos. La normalización del peso corporal es un paso importante en el tratamiento de la enfermedad. La psicoterapia y la terapia familiar a menudo son importantes. La mitad de los pacientes se curan definitivamente, aunque a veces, la enfermedad acaba produciendo alteraciones metabólicas y hormonales que agravan el proceso puramente psíquico.

¿POR QUÉ LA ANOREXIA

DA EN LA ADOLESCENCIA?

La aparición de estas enfermedades relacionadas con la alimentación se dan especialmente en la adolescencia, entre los 14 y los 20 años, ya que es una etapa en la que el cuerpo se está desarrollando y cambiando abruptamente y la imagen mental que tenemos del propio cuerpo es más lenta que su evolución biológica.

La responsabilidad de un adolescente enfermo recaiga sobre la publicidad y los medios, que muestran modelos perfectos del hombre y la mujer, delgados y bellos, o sobre la misma familia, pero lo cierto es que ambos núcleos sustentan, por así decirlo, la evolución que realiza la enfermedad en un adolescente en plena formación física y psíquica, y son a la vez quienes pueden ir erradicando la enfermedad de quienes la padecen y de la sociedad toda.

Es una enfermedad familiar que tiene como síntoma a uno de sus miembros padeciendo bulimia o anorexia.

Esta problemática bio-psico-social debe alertar a los adultos en general y a los padres en especial acerca de los adolescentes inmersos dentro de los pseudos modelos y valores vigentes en nuestra cultura de hoy. Adultos y padres que muchas veces actúan ciegamente o simulan estar ciegos ante situaciones dolorosas de este tipo, aun más cuando se trata de padres con respecto a una hija o un hijo, una no-aceptación de su padecer, de su sufrimiento. No hay que negar lo que sucede, hay que asumir la situación, sentirse parte de ella y actuar en consecuencia. Los datos hablan por si solos: en los últimos diez años el incremento del número de afectados por anorexia ha sido galopante. En la actualidad, en los países desarrollados, la anorexia nerviosa afecta aproximadamente a una de cada 200 jóvenes de entre 12 y 14 años y aunque las mujeres jóvenes (chicas entre 14 y 18 años) siguen siendo el colectivo más afectado, los varones, las mujeres maduras y los niños/as menores de 12 años comienzan a sumarse a la lista de víctimas de esta afección.

La anorexia nerviosa es más frecuente en la mujer que en el varón en una proporción de 10 a 1. La bulimia se da con más frecuencia que la anorexia nerviosa, su incidencia es 4 veces mayor. Los estudios plantean que entre el 3 y el 10de las chicas la padecen. Entre el 50 y el 60de los casos se cura y el resto de pacientes cronifican la enfermedad.

Es preciso abrir los ojos ante ciertos comportamientos como:

Hacer deporte en exceso y tener preferencia por los alimentos Light.

Tener un estado de ánimo triste con grandes cambios de humor y aislarse continuamente.

• La aparición de estas enfermedades relacionadas con la alimentación se dan especialmente en la adolescencia, entre los 14 y los 20 años, ya que es una etapa en la que el cuerpo se está desarrollando y cambiando abruptamente y la imagen mental que tenemos del propio cuerpo es más lenta que su evolución biológica.

La responsabilidad de un adolescente enfermo recaiga sobre la publicidad y los medios, que muestran modelos perfectos del hombre y la mujer, delgados y bellos, o sobre la misma familia, pero lo cierto es que ambos núcleos sustentan, por así decirlo, la evolución que realiza la enfermedad en un adolescente en plena formación física y psíquica, y son a la vez quienes pueden ir erradicando la enfermedad de quienes la padecen y de la sociedad toda.

Es una enfermedad familiar que tiene como síntoma a uno de sus miembros padeciendo bulimia o anorexia.

Se deben aceptar como enfermedades que se originan en el seno mismo de la familia, y que pueden actuar como síntoma de conflictos internos, personales y de tensiones en las interrelaciones padres-hijos -hermanos.

Esta problemática bio-psico-social debe alertar a los adultos en general y a los padres en especial acerca de los adolescentes inmersos dentro de los pseudos modelos y valores vigentes en nuestra cultura de hoy. Adultos y padres que muchas veces actúan ciegamente o simulan estar ciegos ante situaciones dolorosas de este tipo, aun más cuando se trata de padres con respecto a una hija o un hijo, una no-aceptación de su padecer, de su sufrimiento. No hay que negar lo que sucede, hay que asumir la situación, sentirse parte de ella y actuar en consecuencia. Los datos hablan por si solos: en los últimos diez años el incremento del número de afectados por anorexia ha sido galopante. En la actualidad, en los países desarrollados, la anorexia nerviosa afecta aproximadamente a una de cada 200 jóvenes de entre 12 y 14 años y aunque las mujeres jóvenes (chicas entre 14 y 18 años) siguen siendo el colectivo más afectado, los varones, las mujeres maduras y los niños/as menores de 12 años comienzan a sumarse a la lista de víctimas de esta afección.

La anorexia nerviosa es más frecuente en la mujer que en el varón en una proporción de 10 a 1. La bulimia se da con más frecuencia que la anorexia nerviosa, su incidencia es 4 veces mayor. Los estudios plantean que entre el 3 y el 10de las chicas la padecen. Entre el 50 y el 60de los casos se cura y el resto de pacientes cronifican la enfermedad.

La mortalidad por anorexia nerviosa es de un 10entre las pacientes que la padecen, Es preciso abrir los ojos ante ciertos comportamientos como:

Hacer deporte en exceso y tener preferencia por los alimentos Light.

Tener un estado de ánimo triste con grandes cambios de humor y aislarse continuamente.

En relación con los alimentos: hacen trozos pequeños, los esparcen por el plato, revuelven la comida, la secan con servilletas para evitar todo tipo de grasa.

Padecen estreñimiento debido a su escasa dieta y tiene dificultades para dormir bien.

En relación con los alimentos: hacen trozos pequeños, los esparcen por el plato, revuelven la comida, la secan con servilletas para evitar todo tipo de grasa.

Padecen estreñimiento debido a su escasa dieta y tiene dificultades para dormir bien.

Los principales síntomas de la anorexia son:

Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la estatura, llegando a situaciones de delgadez extrema.

Miedo intenso a engordar, incluso cuando el peso es muy bajo.

Sensación de estar gordo/a en general o en algunas partes del cuerpo, como nalgas, muslos, abdomen. Tienen una percepción de su cuerpo que no es real. Aunque estén realmente delgados/as, su espejo les dice que siguen estando gordos/as.

Aparecen otro tipo de problemas físicos que acompañan a la desnutrición, como es en el caso de las mujeres la retirada o el retraso de la menstruación.

Ejercicio físico excesivo.

Conducta alimentaría extraña: come de pie, corta los alimentos en pequeños trozos.

Incremento de las horas de estudios y disminución de las de sueño.

Todo ello puede producir en la/el enferma/o una serie de consecuencias físicas y de comportamiento:

Pérdida de peso alarmante.

Amenorrea (pérdida de menstruación).

Aparición de vello o intolerancia al frío.

Tensión baja, arritmias.

Aislamiento social

Irritabilidad.

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